Por Juan Manuel Bordón
El jefe de la Bonaerense, Hugo Matzkin, y el titular de la departamental de San Vicente fueron insultados por la multitud que mantiene ocupada la planta baja de la Municipalidad en reclamo de seguridad. A cuatro cuadras de allí velan a Leonardo y Marcelo Massa, asesinados ayer en el comercio que atendían en esa ciudad del bonaerense. Para esta noche, convocaron a una nueva marcha de protesta.
Dos hermanos comerciantes, dueños de un supermercado de Cañuelas,
fueron asesinados ayer a balazos en un hecho que aún no está claro. El
brutal crimen derivó en una serie de protestas que terminaron casi en
una pueblada en esa ciudad bonaerense: ya anoche, unos 3.000 vecinos se
movilizaron hasta la comisaría para pedir Justicia y seguridad; la
manifestación se repitió esta mañana, pero, después de pasar frente a la
sede policial, una multitud de vecinos ingresó a la Municipalidad que
aún permanece ocupada. Mientras, se convocó a una marcha para hoy a las
20.30.
Ni siquiera las promesas de la Policía bajaron
la tensión con los vecinos. El jefe de la Policía Bonaerense, Hugo
Matzkin, y el titular de la departamental de San Vicente fueron
insultados por la multitud. Son, al menos, unas 400 personas las que
todavía se hallan en los alrededores de la comisaría y de la
Municipalidad, y que aún se encuentran en el hall y en la planta baja
del edificio comunal.
Es más, un grupo de unos diez
comerciantes de la zona logró traspasar la línea de la Infantería luego
del mediodía y pudo reunirse con la intendente Marisa Fassi (Frente para la Victoria) -principal
foco del enojo popular-, y otros funcionarios. Fue tras esa reunión que
el jefe de la Policía Bonaerense bajó a hablar con la gente alegando
que no lo había hecho antes porque estaban esperando un "equipo de
audio", a lo que recibió insultos y gritos.
"Estamos
trabajando. La mesa que se ha formado en Cañuelas tiene dos sentidos:
esclarecer el hecho y atender todas las necesidades de seguridad", no
pudo decir mucho más Matzkin, los chiflidos e insultos hicieron que le
pasara el micrófono al Jefe de la Departamental de San Vicente, Ariel
Morlini, quien no corrió mejor suerte que el jefe de la Bonaerense ante
los vecinos, que además reclamaban que el día del doble crimen "había
sólo tres policías en la comisaría".
"Estamos
consternados por este hecho. Les prometemos que estamos trabajando para
el esclarecimiento. También queremos comunicarles que hay una mesa de
trabajo abierta para atender a todos los reclamos...", dijo Morlini y
enseguida la gente comenzó a gritar como si estuviera en la cancha:
"Marisa (por la intendenta) dónde está, dónde está, Marisa donde
está...".
El principal reclamo por estas horas es por
seguridad, y por eso para esta noche está prevista una marcha
autoconvocada por los vecinos. Ya los comercios de la zona se habían
sumado a la protesta generalizada y habían anunciado que bajarán sus
persianas en señal de duelo y en reclamo de mayor seguridad.
Mientras,
a unas cuatro cuadras de la Municipalidad, esta tarde velaban a los dos
hermanos asesinados ayer a balazos en su supermercado y cuyo crimen
desembocó en una pueblada en Cañuelas. Una pueblada que obligó al
ministro de Seguridad Ricardo Casal a trasladarse a la zona con su
equipo.
Hoy, más temprano y en medio del bullicio y los
gritos del grupo de vecinos que protestaban en el interior de la
Municipalidad, Casal alcanzó a decir que se hicieron ocho allanamientos y
que trabajan en una hipótesis "muy concreta". Sobre la posibilidad de
que el móvil del asesinato haya sido una venganza dijo que "es probable"
y que "la investigación está bastante avanzada".
Minutos
antes, la intendenta Fassi había intentado dirigirse a los vecinos
quienes, a los gritos, exigían su renuncia. "Estamos trabajando, estamos
muy dolidos, se nos han ido dos comerciantes y vamos a trabajar para
que se esclarezca". La reacción airada de los manifestantes la obligó a
recluirse nuevamente en su despacho, donde está custodiada por efectivos
de Infantería y donde luego recibió a un grupo de comerciantes de la
zona.
Casal intervino en defensa de Fassi cuando los
vecinos la condenaban: "La intendenta no es responsable de la Seguridad
provincial. Los responsables somos nosotros", subrayó.
Previamente,
Matzkin, había intentado abrirse paso infructuosamente entre los
vecinos que protestan en la Municipalidad. Fue imposible. Ni el pedido
de silencio de Matías, el hijo de Leonardo Massa, una de las víctimas,
pudo calmar a la muchedumbre.
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