EL FRACASO

La percepción del fracaso

Tormentosa reunión en Olivos, donde Kirchner zamarreó a Zannini por los problemas que crecen, imparables. Se bloqueó a Papel Prensa mediante reclamos artificiales del sindicato. Reunión secreta en Olivos con Scioli, a quien se le pidió el respaldo político. Duhalde apoyó claramente a la Corte.

Por Carlos Manuel Acuña para el Informador Público

Anoche, rodeada de un gran secreto, se realizó en la Quinta Presidencial de Olivos una reunión entre el diputado nacional Néstor Kirchner y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. El encuentro estuvo precedido por gestiones también reservadas a los efectos de auscultar cuál sería el pensamiento o la actitud definitiva del motonauta con relación a la futura relación política entre ambos. Kirchner estaba interesado en que Scioli concurriera a la cita de gobernadores que se organiza en la provincia de Santa Cruz para apoyarlo al gobernador Peralta en su negativa a aceptar la resolución de la Corte Suprema de Justicia en el sentido de que se reponga en su cargo al procurador Sosa, un tema conflictivo que marcó la profundización de la independencia judicial respecto de las presiones de la Casa Rosada.

Aunque no se conocieron detalles de lo conversado, fuentes oficiales dejaron trascender que el gobernador de Buenos Aires habría acordado apoyar a Néstor Carlos en este conflicto, pero a partir de una posición poco clara, pues reclamó que no debía interpretarse ese eventual gesto como una protesta contra la Corte sino como un simple respaldo al gobernador santacruceño.

Esta verdadera curiosidad tiene una obvia importancia política y sirve para medir el comportamiento dubitativo de Scioli y la incidencia en la difícil situación interna que se vive en el Justicialismo, aunque las versiones de las mismas fuentes indican que podría integrar una futura fórmula presidencial para el 2011. Por cierto, la novedad sólo sirve para confundir el escenario, aunque deja una conclusión implícita: los Kirchner quieren negociar su impunidad si es que se alejan del poder por razones que hacen imposible no sólo presentarse a elecciones, sino también -y esto hay que evaluarlo con serenidad- abandonarlo antes de los tiempos que marcan la Constitución Nacional. Si Scioli se presta a esta maniobra, lo más probable es que tropiece con problemas insospechados y que sea arrastrado por la tormenta política que aparece en el horizonte cada vez más ensombrecido. ¿Se arriesgará Scioli a subirse -aunque sea transitoriamente- en un barco que se hunde...?

De todos modos, la entrevista es el resultado de una reunión efectuada anteanoche en el mismo lugar, donde Néstor Carlos, enterado de la resolución de la Corte Suprema respecto de la Ley de Medios, ingresó en un estado de inestabilidad emocional clásico de las crisis que lo llevaron al infarto hace unos días. Con palabras subidas de tono y rodeado de pocos e íntimos colaboradores, se empeñó en criticarlo acerbamente al secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, quien hoy por hoy es el principal consejero del matrimonio. Zannini, con la tranquila frialdad que le otorgó su militancia en el Partido Comunista Argentino, se mostró sereno, hizo lo imposible por tranquilizarlo al ex presidente y soportó estoicamente los agravios furibundos que con que éste evaluó los innumerables problemas surgidos durante los últimos días. Incluso, reconoció que el insólito discurso de Hebe de Bonafini produjo consecuencias negativas, pese a que él mismo fue quien impulsó esas palabras criticadas desde todos los sectores.

Néstor supo en esa oportunidad, es decir, anteanoche, que los gobernadores a los que manejó con el control de los recursos fiscales, ya se habían enfriado y comenzaban a rebelarse a tal punto, que la planificada reunión política en Santa Cruz únicamente contaría con la presencia del siempre solícito gobernador del Chaco, Capitanich, quien parece dispuesto a acompañar al kirchnerismo hasta las últimas consecuencias. Si Scioli concurre a Santa Cruz y, aunque con palabras que denoten una cierta independencia de criterio, ese gesto serviría para disimular el estruendoso fracaso que se asoma para la pareja presidencial en términos cada vez más agudos pero que no modifican el estilo clásico de confrontación permanente con todos los sectores. Precisamente, una de las causas objetivas de la inestabilidad del actual oficialismo, sumada a su incapacidad administrativa que ya reúne severos informes periodísticos.

Tanto es así, que esa reunión de anteanoche determinó otra decisión que tendrá consecuencias que trascenderán las fronteras: el bloqueo sindical a Papel Prensa por el sindicato del sector papelero que podrá dejar sin materia prima a varios diarios del interior en pocos días. Lo más importante es este gesto de venganza bastante irracional elaborado únicamente como una respuesta elíptica pero de claras connotaciones, al dictamen de la Corte. En pocas palabras, el gobierno lanzó el mensaje de que no aceptará decisiones institucionales que afecten su objetivo de permanecer en el poder contra viento y marea y suceda lo que suceda.

El impedimento a Papel Prensa de comerciar libremente su producción carece de asidero. El sindicato reclama una mejora salarial pese a que pocas semanas atrás logró un incremento del 28 por ciento que en los hechos estableció un sueldo mínimo de 4.000 pesos mensuales, lo que ubica a los trabajadores del sector entre los mejor pagos del escenario laboral. Además, lo que ocurre únicamente generará problemas empresarios a los diarios del interior que no tienen reservas de la materia prima, a la inversa de los diarios más importantes elegidos como enemigos -no adversarios- que con bastante previsión hicieron acopio de bobinas, medida que les permitirá aparecer normalmente durante unos tres meses, período dentro del cual puede suceder cualquier cosa. Además, las empresas periodísticas están en condiciones de importar papel, excepto que Hugo Moyano ponga en marcha a sus matones para impedir el desembarco del producto que de todos modos, requiere unos dos meses en llegar desde el momento en que se ordene y acuerde la importación.

El problema, excepto que por milagro se solucione rápidamente, tendrá una inevitable repercusión internacional, pues este conflicto artificial se verá una maniobra con un objetivo claramente contrario a la libertad de expresión, aunque es obvio que los medios electrónicos -radios, televisión e internet- serán los vehículos para expresar el contenido de una situación crítica y alarmante.

A este panorama deberá agregarse otro dato de gran contenido político y social: es más que probable que los acontecimientos escandalosos contribuyan a que el Congreso de la Nación convierta en ley el 82 por ciento móvil para los jubilados, asunto que colocará en un aprieto financiero al gobierno que deberá "manotear" otros recursos para atender esa obligación, pese a que intentará demorarla. Por otro lado, se sabe que la Justicia avanzará con su investigación sobre el manejo -o desmanejo, si se prefiere- de fondos por parte de Capaccioli, el recaudador oficial para la campaña electoral del Frente para la Victoria, gestión más que sospechada de servir para el lavado de dinero y otros pecados tan graves como la relación de este tema con el escandaloso problema de los medicamentos falsos canalizados a través de las Obras Sociales. Entre ellas, la de los camioneros, un asunto que llega directamente a la persona de Hugo Moyano.

Mientras tanto, y en una posición totalmente contraria a Kirchner, Eduardo Duhalde dio su apoyo claro y terminante a la Corte Suprema de Justicia por su fallo sobre la Ley de Medios.