Señal de otros
tiempos, supuesta necesidad de economizar gastos o meramente una decisión
temperamental, el Presidente Mauricio Macri ha ordenado vender dos
aeronaves de la Agrupación Aérea Presidencial: el emblemático Tango 01 y el
Boeing el 04. La operación corre a cargo del Banco Ciudad .El Tango 01, un
Boeing 757-200 preparado especialmente para uso VIP, fue adquirido en los
noventa por otro presidente, Carlos Menem, quien en un viaje internacional vio
una maquina similar del entonces presidente mexicano, Salinas de Gortari,
y quiso uno igual.
De ahí a
comprarlo directamente a la fábrica estadounidense por 66 millones de dólares,
pagaderos en cómodas cuotas, y enviar a fabricar sus interiores en una
planta especializada en los EEUU, fue solo un trámite. Este excelente avión,
cómodo, amplio y no muy suntuoso, más allá de la leyenda que lo rodeo
rápidamente, se convirtió en la vidriera del exceso en el uso de la plata del
Estado. Durante muchos años y en varios gobiernos, fue usado para transportar
políticos, empresarios, advenedizos y meretrices, llegando al colmo en la
última administración, donde voló miles de kilómetros para transportar
periódicos y revistas y hasta muebles.
Símbolo de un
tiempo nefasto y de cómo los funcionarios latinoamericanos usan los bienes
públicos para su beneficio, se prometió muchas veces venderlo, pero nadie
cumplió la promesa. Los Kirchner llegaron al extremo: no solo gastaron al avión
en viajes extensos e inútiles, no cumplieron con las normas de mantenimiento
poniendo en peligro las condiciones operativas de la máquina, sino que
despidieron al personal castrense que lo operaba, sustituyendo la pericia y
lealtad de los militares de la Agrupación por tripulaciones de civiles adictos,
que cuando termino el mandato huyeron sin dejar nada atrás, ni siquiera pilotos
habilitados para su operación.
En los mismo
tiempos adquirieron otra aeronave, un Boeing 737-500 ex Aerolíneas Argentinas,
que tras ser sometido a unas reformas, se convirtió en el Tango 04, el
cual fue usado por poco tiempo para traslado de funcionarios del gabinete y que
vegeta, sin propulsores, en la Base de El Palomar.
Todo esto sucedía
simultáneamente con el servicio extenuante de otros dos jets presidenciales, un
par de Fokker F-28, que venían desde los setenta operando en el país.
Los tiempos han
cambiado y es evidente que el presidente no quiere más estos aparatos,
inseguros y tecnológicamente desfasados. El Tango 01 requiere de una
actualización y cumplimiento de mandatarios boletines de mantenimiento,
los especialistas indican que con un adecuado servicio, la instalación de
winglets, y un depósito de combustible extra, trabajos que estaban contemplados
en un programa de actualización de la FAA, puede retornar al trabajo en
forma rutilante, ya que es una maquina relativamente nueva y de grandes
prestaciones.
El monto de
dichas actualizaciones no es mayor de veinte millones de dólares, poco en
comparación con lo que se desea gastar para comprar un jet ejecutivo, de pocas
plazas, con buen alcance y tecnología reciente. Tengamos en cuenta que el
Boeing 757 de Presidencia es un jet poderoso, cómodo, puede transportar con
discreción a más de cien personas, su instrumental es moderno y
actualizado en su cockpit y la Fuerza Aérea lo opero por lustros sin
mayores problemas.
Tengamos en
cuenta que el viaje de un dignatario desde el confín de la Tierra, caso
Argentina, implica el movimiento no solo del funcionario sino de otras personas
caso, la primera dama (Macri viaja con su esposa a todos lados), secretario,
jefe de gabinete, medico presidencial, jefe de la custodia más un par de
escoltas mínimo, edecán castrense y otros funcionarios, que por protocolo deben
ir sí o sí en la comitiva. No pusimos traductor, ya que el presidente y su
esposa hablan varios idiomas.
Algunos
incidentes producidos en los últimos meses con los nobles pero ya muy veteranos
Fokker F-28 los han enviado al destierro,
decidiéndose que Macri viaje al exterior en aeronaves de línea o por ejemplo en
el Learjet 60 Tango 10 de la Fuerza Aérea Argentina para operaciones en el
interior de la nación o a países limítrofes, mientras que en los vuelos
intercontinentales, como en los recientes a Rusia o China, se contrata los
servicios de jets privados de empresas de renting especializadas, que
facilitan sus Bombardier, Gulfstream o Embraer Legacy para el traslado
presidencial. Obviamente, cada uno de los vuelos de marras cuesta una pequeña
fortuna y se pone en duda la austeridad tan declamada.
Asimismo, la
utilización de jets privados de algunos empresarios nacionales provoca
resquemores e inconveniencias de corte político, que ahora quieren dejarse de
lado por el llamado a licitación para la adquisición de un nuevo avión
presidencial, obtenible a través de la modalidad leasing o por medio de algún
crédito internacional.
Varias compañías
internacionales ya han comenzado con el proceso de ofrecimiento de aeronaves,
se busca una maquina modesta y moderna, lejos del boato de algunos jerarcas
latinoamericanos y con una capacidad de veinte asientos y gran alcance. No se
espera gran cosa de la salida a remate del Tango 01, no es lujosa y
tampoco sirve para un uso comercial, ya que exigiría modificaciones y
habilitaciones que exceden un valor lógico. Aunque voces autorizadas pugnaban
por su traspaso a la institución militar aeronáutica, que al fin y al cabo la
operó y mantuvo por años, para ser utilizado como elemento de transporte, por
ejemplo de las tropas nacionales que viajan a misiones con la ONU en Chipre y
Haití, gracias a su comodidad, capacidad y alcance, se ha preferido dejarlo
estacionado en una base castrense, en las afueras de la ciudad capital a
espera de que algún interesado se presente en el remate.
¿Llegan nuevos helicópteros?
Mientras que para
muchos el reemplazo de la flota de aviones presidenciales tendría cierto atisbo
de lógica operativa, cuestionable en el caso del Tango 01, pero que podría
aceptarse sin mayor análisis, también se puso en tierra a los tres helicópteros
de la Agrupación Aérea escudándose en su vetustez e inseguridad. El
plantel, integrado por tres Sikorsky, un S-70 Blackhawk y dos S-76
Spirit, está lejos de ser obsoleto y no presenta problemas de
mantenimiento.
Macri también
utiliza helicópteros de las fuerzas de seguridad para sus traslados e incluso
hubo algún incidente con máquinas de la Policía Federal cuando trasladaban al
primer mandatario. El presidente posee una licencia de piloto de helicóptero y
es propietario de un pequeño Robinson, se dice que, al igual que el ex
presidente Carlos Menem, tendría la mala costumbre de querer inmiscuirse en las
tareas de pilotaje, sin estar habilitado para semejante menester en
helicópteros de más porte y sofisticación, esperamos que el personal de vuelo
ponga en su justo lugar, con el debido respeto a la investidura, al primer
mandatario, puesto que su cargo y seguridad personal es de máxima importancia
para la institucionalidad del país.
Aunque ha utilizado
aeronaves como el H155 o un Augusta de empresarios privados para vuelos
cercanos, los cuales han sido criticados por los medios de información y
opositores, está claro que se espera en las próximas semanas el llamado a
licitación para la adquisición de medios aéreos para la nueva flotilla de
helicópteros presidenciales.
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