Por Federico Pinedo
La estatización de YPF se hace con dos argumentos: la
recuperación de la soberanía energética y el hecho de que las bajas
inversiones llevaron a la pérdida del autoabastecimiento petrolero. El
primero es falso; el segundo es producto deliberado de la política del
gobierno kirchnerista.
La soberanía argentina sobre los hidrocarburos no está
ni puede estar en peligro: el 100% del gas y del petróleo argentinos son
estatales. Es el Estado democrático el que decide, con absoluta
libertad, lo que se hace o se deja de hacer con los hidrocarburos. El
gas y el petróleo son de las provincias porque así lo dispone la
Constitución desde 1994, y son los estados provinciales los que deciden
si contratan a empresas privadas para que los saquen, si hacen
sociedades estatales para hacerlo o si constituyen sociedades mixtas
(que parece ser la mejor opción, aunque no se aplica demasiado por los
gobiernos provinciales kirchneristas).
La soberanía en este caso es de las provincias, pero
claramente la expropiación de YPF tiene el fin oculto de que el Estado
nacional dirija indirectamente este mercado en contra del federalismo,
lamentablemente, apoyado por los gobernadores. Antes vendieron sus
acciones de YPF a Repsol; ahora entregan la autonomía provincial sobre
sus recursos naturales.
La falta de inversiones y la liquidación de reservas de
gas y petróleo no han sido una decisión empresaria, sino el corazón de
la política kirchnerista de gas barato para los bonaerenses, para tener
votos, entregando el corto plazo a favor del Gobierno, por el largo
plazo a favor del país. El largo plazo llegó y mientras Kirchner recibió
una Argentina que exportaba energía por US$ 4000 millones anuales, este
año importará entre 12.000 y 14.000 millones de gas, habiendo perdido
el autoabastecimiento y habiéndose comido 100.000 millones de reservas
hidrocarburíferas.
La confesión de Cameron
El secretario de Energía desde 2003, Daniel Cameron,
dijo que ya en 2004 las inversiones en exploración habían caído 60%
respecto del bienio 2000-2001: "La experiencia internacional aporta
información respecto de los problemas de abastecimiento que están
llamados a producirse en el mediano, y a veces corto, plazo, cuando el
precio que percibe el productor de gas no permite cubrir las inversiones
en reposición de reservas como consecuencia de regulaciones".
Cameron afirmaba que "los precios obtenidos debido al
congelamiento impuesto por la crisis no permiten recuperar costos de
exploración y producción"; que "el congelamiento del gas establecido
hace ya más de 24 meses (en febrero de 2004) ha provocado una
disminución significativa de las inversiones en exploración y
explotación complementaria de hidrocarburos"; que "los actuales precios
internos abonados por las distribuidoras de gas son manifiestamente
insuficientes para cubrir inversiones necesarias para la movilización y
reposición de reservas", y que existía el problema del "consecuente
aumento del consumo y riesgo de problemas de abastecimiento" por "los
bajos precios del gas que promueven una sustitución por precio". Las
reservas comprobadas de gas de la Argentina muestran una caída desde
0,75 MMMm3 en 2001 a 0,44 MMMm3 en 2005, volviendo a caer en años
subsiguientes.
A todo esto, Guillermo Moreno y los directores
kirchneristas en YPF aprobaron el convenio de Repsol con el grupo
Eskenazi por el que debía transferirse al exterior el 250% de las
ganancias de 2008 y el 140% en 2009, mientras que la Secretaría de
Energía recibía anualmente los planes de exploración de todas las
empresas sin hacer nada. No llegamos aquí por casualidad, sino por
decisión política de los gobiernos desde 2003.
El desafío actual es cómo generar miles de millones de
dólares de inversiones que faltan. Las tomas de empresas por decreto, la
expulsión de dueños frente a cámaras de TV, la violación de acuerdos y
tratados, sólo harán que los nuevos inversores extranjeros que se
asocien al Gobierno para hacer las inversiones cobren más, por mayor
riesgo, perjudicando a las provincias dueñas del petróleo y a los
consumidores.
¿Para qué hacer esto? ¿Sólo para engañar con argumentos falaces, hacerse el patriótico y seguir juntando votos por un tiempito?
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