El ex juez, condenado por violador de los derechos de defensa en juicio de los procesados, Baltasar Garzón, es uno de los "ilustres" invitados especiales para escuchar el discurso de la presidente Cristina Fernández en la Asamblea Legislativa.
Garzón llegó acompañado por el ministro de Justicia, Julio Alak, y se ubicó en uno de los palcos junto con las titulares de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, la "abuela que no es abuela" y de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, investigada por los escandalos inmoviliarios del Madres-gate.
El ex jurista español era reconocido en el mundo por los juicios que llevó adelante por delitos de lesa humanidad, pero el mes pasado, el Tribunal Supremo español lo sentenció e inhabilitó por 11 años tras condenarlo por "prevaricato", por haber violado el derecho humano de los procesados en el caso Gürtel por ordenar grabar las conversaciones que los procesador tubieron con sus abogados defensores.
A pesar de ser una sentencia leve, en la cantidad de años, para un violador de derechos humanos, que además era juez, pero teniendo en cuenta la edad de Garzón, no lo es tanto ya que dentro de ese plazo tendrá edad para jubilarse.
Lo muy grave es que algunos miopes no entienden (o no quieren entender) que la justicia mira los hechos y no a las personas que realizaron esos hechos. Se es asesino "por haberse matado a alguien" y no "porque se llama José o María".
Garzón llegó a Buenos Aires para brindar una charla sobre la "memoria compartida" entre Argentina y España por la época de dictadura. ¿Sera la memoria compartida en violar derechos humanos en la defensa en jucio?
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