Edgardo Depetri
El kirchnerismo avala la detención de Pedraza
El diputado Depetri relacionó al líder sindical con la privatización de los ferrocarriles. El ministro Tomada, siempre cercano al gremio ferroviario, mantuvo cautela y dijo que la detención “era una posibilidad”. Moyano no se pronunció y, sorpresivamente, Hebe de Bonafini pidió en un comunicado que Pedraza no tenga privilegios.
El kirchnerismo aceptó la detención del líder ferroviario José Pedraza y, incluso, alguno de sus exponentes la celebró casi como el Partido Obrero, que siempre acusó al Gobierno de protegerlo.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se despegó de inmediato del gremialista al señalar que su detención “era una posibilidad” y “corresponde dejar a actuar a la justicia”.
“Es un tema que la justicia está investigando desde hace tiempo y corresponde que actúe y lo mejor es no cargar de subjetividades un tema muy delicado", se desligó el ministro de Trabajo, a quien el Partido Obrero acusó en octubre de apañar a Pedraza de las consecuencias del crimen de Mariano Ferreyra.
En aquel momento, se recordó la histórica ligazón de su vice, Noemí Real, con los gordos de la CGT, mote que recayó en los viejos gremios de servicios que crecieron como nunca en los 90. Tomada también tiene antecedentes como abogado de los ferroviarios, a los que siempre se mostró cercano.
Pero quien no tuvo reparos en atacar a Pedraza fue el diputado Edgardo Depetri, funcionario nacional hasta noviembre, cuando ocupó la banca que dejó Néstor Kirchner con su muerte. “La Unión Ferroviaria debe rendir cuentas”, enfatizó.
“Hemos padecido a Pedraza durante los 90, siendo parte de la etapa más escandalosa de la entrega de los ferrocarriles. Su detención es una buena noticia”, apuntó Depetri, quien, quien, como Luis D Elía, suele leer los humores de la Casa Rosada antes de hacer declaraciones.
El diputado se mostró “convencido de que Pedraza y la Unión Ferroviaria están involucrados en la muerte de Mariano Ferreyra”. Y recordó que habló “muchas veces con Néstor Kirchner cuando pasó eso. Estaba indignado con lo que había pasado. Le habían tirado un muerto al Gobierno”.
Moyano ausente, Hebe presente
Por omisión, el secretario de la CGT volvió a mostrarse ajeno a los avatares del jefe de la Unión Ferroviaria, a quien no se esforzó en defender en octubre cuando su gremio quedó implicado en el asesinato de Ferreyra. Aquella vez, además, recibió a los trabajadores terecerizados para brindarles el amparo que el sindicato de su rubro le negaba.
A dos semanas de convocar de urgencia a una reunión del Consejo Directivo por la detención del líder de los trabajadores rurales, Gerónimo Venegas, Moyano no fue a la CGT por encontrarse tras las rejas Pedraza ni se pronunció. Tampoco los gremios que lo acompañan en la conducción lo hicieron. "El integra la central, pero está alejado", había dicho Moyano en octubre, el día del crimen de Ferreyra.
Un dato sorprende de aquel momento: la fiscal que indagó a Ferreyra, Cristina Caamaño, se integró al Ministerio de Seguridad en diciembre cuando fue creado y puesto a cargo de Nilda Garré.
Otra muestra de la falta de respaldo del Gobierno a Pedraza fue la extraña aparición de Hebe de Bonafini, titular de Madres de Plaza de Mayo y fiel soldada del Gobierno nacional, quien emitió un comunicado exigiendo que el ferroviario no tenga privilegios en la justicia.
"Las Madres consideramos que Pedraza es un ciudadano común, como cualquiera, y que no debe tener ningún privilegio. Por eso, la medida de la jueza nos parece adecuada y correcta", dijo Bonafini.
"En nuestro país se terminaron los privilegios de los poderosos. Como Pedraza está siendo juzgado según lo que indican las leyes, no corresponde que la Unión Ferroviaria, que responde a este dirigente gremial, corte las vías del tren e impida a millones de pasajeros utilizar el servicio", completó Hebe.
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