
El diálogo fue el siguiente:
-Alexia, todo bien, por suerte. Escuchame, necesito un favor: en camioneros perdieron 19 troqueles de Erbitux chico. ¿Podemos hacer algo?
- Sí, te los mando hacer. ¿Querés que te diga cuánto salen?
-Decime y mandámelos hacer, por favor.
-Esperame, ya te digo. ¿Diecinueve son?
-Sí, haceme precio...
-Sí. No, quedate tranquilo que no te voy a cobrar; te cobro lo que me cobra el tipo, nomás. ¿Diecinueve son? Cada uno los pago... Serían 665.
-Dale, buenísimo. ¿Y esto para cuándo calculás que está?
-Si los tiene confeccionados, los puedo mandar a buscar y los puedo tener a las 2 o 3 de la tarde acá. Si no los tiene y los tiene que confeccionar, ahí se me complica. Ya llamo y te aviso.
-Dale, buenísimo, Alexia.
En otra comunicación posterior, Alexia le informó a Hendler que a las 2 de la tarde iba a tener los troqueles en la droguería para que los pasara a buscar, y que el precio era de 665 pesos. Por eso, Hendler envió a retirarlos a un tal Marcelo.
Pero otras comunicaciones complicaron al empresario. En una, Alexia le contó que le habían pasado un precio de $ 2365 por el medicamento Avastin, a lo que el empresario le señaló: "Compráselo, porque no son de laboratorio; si te hacen un 39%, no son de laboratorio". Alexia responde: "No sé, pero mandan la trazabildiad hasta el laboratorio".
En otra llamada entre Hendler y Alejandro Martino, el supuesto dueño de la Droguería del Plata, que está procesado como integrante de una asociación ilícita, el hombre le propone al proveedor de Moyano empezar a trabajar con la obra social de los bancarios.
Martino le ofreció comenzar a trabajar con el Instituto Bancario vendiéndole medicamentos, menos el 5% del precio al público, y le señaló: "Tiene que dejar un 15%", pero no queda claro en la escucha a quién estaba dirigido este dinero.
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