Señor Director:
Hasta ahora la situación es controlable pero no deja de ser alarmante todo lo que sucede en la Argentina y cómo se deteriora la convivencia democrática. No hay que olvidar hace años cuando el presidente Kirchner llamó a un boicot contra las empresas petroleras y en poco tiempo las organizaciones violentas que le responden obedecieron su orden, como tampoco los insultos al diputado Felipe Solá cuando votó contra la resolución 125, o los agravios que recibe el vicepresidente Julio Cobos de parte de los integrantes del gobierno nacional y sus simpatizantes. Pero los dichos de la senadora Adriana Bortolozzi cuando se sentó en su banca para dar el quorum no querido por su jefe y afirmó tener miedo, los escraches y el juicio público a periodistas y los incidentes violentos ocurridos en la Feria del Libro contra la Dra. Hilda Molina y el periodista Gustavo Noriega denotan un clima que se descontrola día tras día y no se ven señales de que esto pueda ser erradicado. Más allá de que la mayoría de los ciudadanos imaginamos de quién proviene la autoría de estos hechos lamentables que no hacen más que debilitar la democracia, el gobierno lejos de permanecer en silencio debiera poner todos los medios legales a su alcance, aunque mi pedido parezca naíf, para descubrir a los responsables.
No solo se comete un ilícito por acción sino también por la omisión de hacer cumplir la ley.
Alejandro Olmedo Zumarán.
olmedozumaran@hotmail.com
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