El "Triángulo de Hess" simbolo de la victoria de los derechos individuales contra el poder ejercido por los gobernantes.
En el West Village de Nueva York se encuentra un minúsculo triángulo
que rara vez perciben los ojos de turistas y lugareños. Tan sólo sus
pisadas y el ambiente desgastan este mosaico, paradigma de la victoria
individual contra el poder del Ayuntamiento de la ciudad durante los
primeros años del siglo XX. Se trata del 'Triángulo de Hess' y en él se
puede leer la siguiente inscripción: 'Propiedad de Estado de Hess nunca
dedicada a fines públicos'.
David Hess era el propietario de Voorhis, un
edificio de apartamentos que se erigía en la intersección de Christopher
Street y la Séptima Avenida. En 1910, la ampliación de la línea de
metro obligó a 300 propietarios a ceder sus terrenos al Ayuntamiento,
que los demolió alegando que la utilidad del terreno se dedicaría a
fines públicos.
Su lucha para preservar el edificio ante los tribunales tan sólo
sirvió para que Hess se sintiera ultrajado y ridiculizado. Tras perder
el juicio en 1914, lo único que quedó del bloque de apartamentos Voorhis fue un pequeño triángulo de poco más de un metro cuadrado.
Cuando las autoridades le instaron a que donara el minúsculo
emplazamiento con el fin de poder extender la acera para la comodidad de
los peatones, Hess se negó en rotundo. Su orgullo era lo único que le
quedaba después de la demolición y no dudó en mantenerlo hasta el final.
Logró preservar su metro cuadrado de propiedad, que durante algunos años fue la más pequeña de Nueva York.
En 1938, la tienda de tabacos, que en la actualidad se encuentra a
centímetros del 'Triángulo de Hess', compró el emplazamiento por 1.000
dólares.
La longevidad del 'Triángulo de Hess' supone el tatuaje urbano de
esta pequeña victoria de los derechos individuales contra el poder
ejercido por los gobernantes de la ciudad y, aunque hoy en día este
hecho pase desapercibido, no deja de ser un triunfo que otros no han
podido conseguir.
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