El 27 de marzo, se publicó en el Boletín Oficial el nuevo laudo
fijado por Agricultura. Allí se decidió una suba del 108% para el valor
que recibían los productores. El problema es que ahora el Gobierno no le
permite a los molinos trasladar el aumento
Originalmente, la yerba mate provenía de Brasil y se
industrializaba en las zonas portuarias de Buenos Aires y Rosario, y a
partir de los comienzos del siglo pasado, comenzó la ardua lucha de
empresarios misioneros y correntinos quienes comenzaron a transformar
el producto sólo de procedencia nacional, es decir yerba implantada en
Misiones y Corrientes en forma incipiente, pero de una creciente
industrialización.
La Argentina comercializó el año pasado un total de 281 millones de
kilogramos, de los cuales 245 se destinaron al mercado interno y los
restantes 36 millones se exportaron.
Según datos brindados por el Director Ejecutivo de la Cámara de
Molineros de Yerba Mate de la Zona Productora, Ingeniero Roberto
Montechiesi, esta entidad (con más de medio siglo de vida institucional y
partícipe de gran parte del desarrollo de la cadena productiva
yerbatera) integra con 22 molinos asociados, el universo total de 140
industrias yerbateras de la República Argentina. De ese total, 110
están radicados en las únicas provincias que producen yerba mate, es
decir Misiones y el nordeste de Corrientes.
“Nuestra Cámara, expresa Montechiesi, participa con algo más del
44% del volumen total yerbatero argentino, y dentro de él con el 41%
del comercio interno y el 65% de las exportaciones. Expresado en
números, un volumen total cercano a los 130 millones de kilos”.
Los nuevos precios
Semestralmente, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM)
establece por acuerdo unánime de sus integrantes los valores para la
hoja verde y la yerba canchada o seca (ésta última es la materia prima
con que la industria elabora el producto final, es decir la yerba mate
elaborada y envasada, después de su lógico estacionamiento). Si no
encontrasen una postura unísona, interviene el Ministerio de
Agricultura de la Nación laudando.
Detalla Montechiesi, que en las 20 sesiones de precios que mantuvo
el INYM desde su creación en el año 2002, ocho fueron por acuerdo
unánime y 12 con intervención de la Secretaria de Agricultura de la
Nación, hoy Ministerio. “Hasta la penúltima sesión de precios, sean
ellos decretados por unanimidad o por laudo, los incrementos habían sido de poca relevancia aunque a la industria nunca le fue fácil trasladarlos, pero el ultimo, es decir el del pasado mes de marzo, al llevar la hoja verde de $ 0.90 a $ 1.70 y la yerba seca o canchada de $ 3.30 a $ 6.90, las variaciones son cercanas al 100 %”,
aceptada en su momento por la Cámara dado que esos valores,
“posibilitarán paliar la situación por la que atravesaban trabajadores
rurales de cosecha y los productores primarios, que habían visto
disminuir sus actividades al resentirse la capacidad de oferta de los
yerbales”.
Esa razón expuesta por Montechiesi, no encuentra aún su correlato en
el producto transformado. “Todo lo expresado tendría su necesaria
solución, si las industrias elaboradoras de yerba mate obtuvieran como
resultado final, la aprobación -por parte de la Secretaría de Comercio-
de un valor que oscilara entre $ 12 a $ 14 por la yerba mate salida del
molino”, apunta el entrevistado.
Si a los valores del kilogramo de yerba mate elaborada que propone la
industria, se les adicionan el Impuesto al Valor Agregado y los costos
del circuito comercial, un paquete de ese formato en góndola, podría
oscilar entre $ 18 y $ 21. Vale destacar, que antes el precio en
góndola alcanzaba los $12.
Para terminar la nota una de Don Carlos (NOTA: Yira es como en aquellos años hubieran llamado a personas como la Señora Cristina Fernandez viuda de Kirchner)
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