MONEDAS

POR UNA MONEDA

Por Raúl A. Flores

Por este Gobierno, todo en Argentina se reduce a dinero.

Veamos por caso el de La Terminal de Ómnibus de Retiro. No solo es tierra de nadie sino que más bien parece Territorio Comanche.

La base de micros de larga distancia más grande del país da cuenta de lo que nos sucede como tal: robos de equipajes, hurtos en locales, ingreso ilegal de vehículos de alquiler (bancados por Omar Viviani), nadie controla el ingreso de personas, menos el interior de los equipajes.

A los incesantes robos de maletas, encomiendas, y diversos tipos de pertenencias personales, se suma el tráfico de armas. En una inspección azarosa, se encontraron más de 40 armas y drogas de todo tipo. Incluso personal de limpieza suele hallar armas y restos de drogas en los cestos de basura.

Otro capítulo son los robos a los locales dentro de la estación terminal. Continuamente son atracados, con mayor o menor violencia, sin que se pueda hacer nada. ¿Por qué? Porque como siempre en este país no hay acuerdo ni concordancia sobre quién debe hacerse cargo. Si tomáramos la terminal como lo que realmente es, correspondería a la Gendarmería Nacional (fuerza de seguridad predilecta de la Ministro Garré), porque tiene la responsabilidad de recibir los micros que llegan desde el exterior, desde donde seguramente envían las armas y drogas que allí se encuentran (cuando las buscan).

A la escasa presencia policial, se suma el hecho de que la vigilancia privada contratada no puede portar armas por Ley, pero tampoco le permiten ningún tipo de gas paralizante o pimienta, solo le corresponde avisar si es testigo presencial de un ilícito. ¿Quién de nosotros, enfrentaría a un delincuente armado?, o volcaría sus datos en un testimonio, si el delincuente sale en forma inmediata en libertad y una vez obtenidos los datos del testigo, lo van a buscar a la casa, dado que no existe protección alguna para esa persona.

Y aquí va el porqué del título: por una moneda se pelean entre las empresas de transporte y el Gobierno Nacional sobre a quién le corresponde el pago de mayor Seguridad.

Por orden gubernamental, desde el año 2009 se exigió que las empresas aumentaran la seguridad en las terminales de ómnibus. TEBA S. A., que posee la administración de la Terminal de Micros de Retiro, desde ese año espera la aprobación de la Secretaría de Transporte para implementar los más modernos y sofisticados sistemas de monitoreo.

¿Pero qué sucede? Al no estar Ricardo Jaime parece que la cosa se complica, como siempre, por la moneda. Estipulado está que el costo sería de $500 mil mensuales a fin de prestar un servicio medianamente profesional y eficiente. El Gobierno presiona para que las empresas cobren un plus a los pasajeros -como si los boletos fuesen baratos- a fin de que de ahí salga el dinero para cubrir dichos costos. Una tasa de embarque extra a los pasajeros fue desechado de plano por todas las empresas de Transporte.

Lejos aún de los profesionales abre maletas de Aeroparque y Ezeiza, los jóvenes excluidos de la Villa 31 hacen su agosto al costado de la terminal. Si hay mucha cola de micros o estos aminoran la marcha, de a 2 ó 3 de ellos aprovechan, abren las bodegas y se apropian de todo lo que pueden.

Las denuncias ni siquiera son efectuadas ya que cada vez que se hacen, la Justicia retiene las unidades y se pierden muchos viajes durante un gran lapso de tiempo. Si no hay denuncias, no hay estadísticas claras y fehacientes de los ilícitos, algo que se aplica en todo el sistema judicial, mediante las fiscalías que desestiman los ilícitos, para no generar estadísticas negativas y la Ministro tenga como comprobar la baja del delito.

Los inquilinos de los locales comerciales de la Estación Terminal de Micros de Retiro se quejan, ya que en sus gastos está incluido el rubro seguridad, pero la responsabilidad se la pasan entre TEBA S.A. y el Ministerio de Seguridad Nacional. Lo cierto, es que no se ve presencia de efectivos de ninguna Fuerza de Seguridad en la terminal.

Otro tema aparte son los taxis: luego de varios informes televisivos aludiendo al caso de la mafia de los taxis, se prometió un mayor control sobre las unidades de alquiler y, como siempre, solo quedaron las vanas palabras de las promesas; no olvidemos que Omar Viviani, quien es el Secretario General del Gremio, también es quién por ser amigo de Hugo Moyano, y brinda apoyo al Gobierno en cada marcha, concentración o acto que se organice, aunque este sea para inaugurar por décima vez la misma obra.

A la inseguridad de tomar un taxi de noche, nada ni nadie garantiza que subiéndonos en la Terminal, el mismo sea seguro. Han habido varios casos que van desde violaciones a los consabidos robos. Y todo sin un mínimo de control del Estado y sin que exista verdadero interés del Ministerio Público tampoco, porque, podrían actuar de oficio ente las denuncias públicas que se ven por los medios de comunicación y que no llegan a la sede de los Tribunales, pero conllevaría a tener que admitir que somos uno de los países más inseguros de la región y que hemos importado todo tipo de formas de delinquir, las que entran al país en nuestras narices y por la Terminal de Ómnibus de Retiro.

Como si esto fuera poco, las rampas, escaleras mecánicas y ascensores funcionan, pero de vez en cuando. Las personas con movilidad disminuida se las ven en figurillas para movilizarse. Dan cuenta de que hace tres meses no funcionan la mayoría de las rampas mecánicas y si uno tiene que tomar el ascensor, debe tocar un timbre y aguardar se acerque personal idóneo (porque tienen la llave que da acceso al elevador), teniendo como mínimo media hora de espera. Y ahí se sube, pero del olor inmundo, preferiría uno haber desistido a la idea y haberse arreglado para subir o bajar por otro medio.

Mientras tanto, el común del pasajero, del ciudadano sigue padeciendo robos, violaciones y demás pesares en una estación de ómnibus que parece un microclima similar al del resto del país. Para este Gobierno korrupto, todo se reduce a dinero, cuanto es lo que se recauda y nada más.