¿Se internacionaliza la guerra de Kirchner contra Clarín y La Nación?
Bartolomé Mitre estaría tramitando su asilo en Uruguay. Ernestina Noble se encontraría en los EEUU denunciando la inminente persecución.
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Por Carlos Tórtora
Sería inminente la escalada del gobierno contra Clarín y La Nación. La misma tendría dos frentes: imputar penalmente a Bartolomé Mitre y Héctor Magnetto acusándolos de haber participado en delitos de lesa humanidad para apropiarse en 1977 de las acciones de Papel Prensa que eran de Lidia Papaleo de Graiver y hacer lo propio contra Ernestina Herrera de Noble, acusándola de apropiación de bebés, entre otros delitos (ver Clarín en alerta máxima).
Conflicto sin fronteras
Ayer trascendió que el estudio jurídico Pacheco, uno de los principales de Montevideo, estaría tramitando el asilo político de Bartolomé Mitre en Uruguay. José Mujica, cada vez más vez más irritado por las interminables dilaciones de CFK para conseguir que se levante el corte de Gualeguaychú, podría ratificar la centenaria tradición oriental del asilo político. Pero la perspectiva de semejante escándalo no sería un hecho aislado. Ernestina Herrera de Noble, socia de Goldman Sachs en Clarín, se encontraría en los EEUU manteniendo contacto con los niveles más altos de la administración de Obama. En esta agenda reservada no estaría ausente la posibilidad del asilo en un país latinoamericano y la denuncia internacional de que el gobierno argentino disfraza la persecución a las empresas periodísticas a través de la construcción de causas penales con jueces adictos y parciales. La internacionalización de la guerra entre Kirchner y Clarín podría marcar un camino sin retorno, porque en este fuego cruzado tal vez aparezcan pruebas desconocidas sobre las coimas en las compras venezolanas a empresas argentinas. El fallo de la Corte Suprema dejando sin efecto la suspensión de la aplicación de la Ley de Medios dispuesta por la Cámara Federal de Mendoza sería un éxito insatisfactorio para los Kirchner porque subsisten otras medidas cautelares que mantienen suspendidos artículos de la ley esenciales para el gobierno.
El golpe decisivo sería entonces la persecución penal a la cúpula del multimedios. Aparentemente, la decisión estaría tomada. Aunque sea al precio de un escándalo internacional.
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