Castellanos - 19-Abr-10 - Opinión
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ENFOQUE
La voz de la experiencia
por Ricardo Medrano
ricardo.g.medrano@hotmail.com
Que el Ejecutivo Nacional ha emprendido una suerte de cruzada contra el poder Judicial no es ninguna novedad a estas alturas del actual mandato. Tanto la Presidente como sus subalternos no han despreciado oportunidad ni micrófonos para endilgarles a los jueces desde manifiesta corrupción hasta la partencia a la elite social nacional.
El último ataque vino de la mano del diputado Rossi, que si bien se presenta de cara a la sociedad como "abogado", da muestras con demasiada frecuencia de conocer demasiado poco de leyes.
Este abogado, desgraciadamente santafesino, insistió en la necesidad de que jueces tales como Fayt, deben abandonar su actual cargo dado que superan los 75 años de edad. Rossi pidió el alejamiento del miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, al considerar que es un "ejemplo moral poco edificante".
Este pedido del diputado da muestras del escaso conocimiento del diputado en estos menesteres, ya que el juez en cuestión ganó en 1999 una causa contra el Estado nacional al declararse la inconstitucionalidad de una cláusula introducida por la reforma constitucional de 1994 que establecía que los jueces de más de 75 años debían tener acuerdo del Senado para seguir en el cargo, lo que vulneraba la garantía de inamovilidad de los jueces. "En mi libro Sel-Moving -garantía de independencia del Poder Judicial- se explica la importancia de la inamovilidad de los jueces, y esa es mi defensa".
Desde hace un tiempo la sociedad en su conjunto a dado muestras de una perniciosa tendencia o preferencia por lo adolescente, por lo juvenil descartando y desechando en el proceso lo adulto, lo experimentado, lo viejo.
Lo más caro de la vida es la experiencia, imposible de ser adquirida de otra manera que no sea el transcurso del tiempo y la habilidad tan humana de recordar y aprender de las circunstancias vividas.
"Trabajo porque no tengo ninguna duda de que quiero un país social, necesitamos un gobierno inteligente, con dirigentes capaces de combatir la exclusión social y las diferencias económicas, y que apunte a la enseñanza de orden científico y tecnológico", concluyó el magistrado.
Estas son las palabras del juez que el Kirchnerismo quiere mandar a su casa, a ese hombre de 92 años, plagados de vivencias y experiencias, por considerarlo demasiado viejo. Un hombre que a diferencia de tantos, elije trabajar todos los días por el país.
Lo que no se dice. Lo que nadie apunta, es que las verdaderas intenciones de la pareja gobernante es conformar una Corte a su imagen y semejanza, con jueces dispuesto a ver las cosas como ellos, o al menos a aceptar la imposición de visiones.
El Juez Fayt es sin duda uno de los escollos que encuentran los Kirchner par imponer su voluntad, así que esto de la edad es sólo una vil excusa, desechando en el proceso una persona que ha dado sobradas muestras de capacidad de trabajo y dedicación al servicio público y no a pesar de sus años, sino, por sus años.
Restaurar el valor de la experiencia es una tarea pendiente que en definitiva es responsabilidad de todos.
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