La Nueva Provincia - 22-Abr-10 - Opinión
EDITORIAL
Farsa
El principal candidato presidencial opositor de Brasil, José Serra, dijo sin pelos en la lengua lo que muchos callan en su país y en el nuestro, creyendo que se puede tapar el cielo con un harnero. Sus palabras textuales fueron: "Seguir cargando con este Mercosur, de la forma que está, no tiene sentido. La unión aduanera es una farsa, excepto cuando sirve para impedir el comercio". Más claro, imposible.
Habría que estar ciego para no darse cuenta de las enormes falencias que arrastra el Mercosur que, en definitiva, se ha transformado en un paquidermo burocrático que obra como barrera para el crecimiento de los cuatro países miembros.
Lo que deberían entender los defensores del MERCOSUR, eternos integrantes del lobby proteccionista, es que no se trata de acrecentar el comercio bilateral con Brasil. El desafío es insertarnos y competir en el mercado planetario.
Recordó Serra algo irrefutable: en los últimos años se firmaron más de cien acuerdos de libre comercio en todo el mundo. El Mercosur apenas firmó uno. Eso se llama mirarse el ombligo y no sirve para nada.
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