2 DE ABRIL : IN MEMORIAM

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2 de abril de 1982 – 2 de abril de 2010: Nuevo aniversario de la Guerra de Malvinas


Nuestro recuerdo está con los que descansan para siempre en esa tierra argentina usurpada por el Pirata Inglés. Honor y Gloria PARA LOS SOLDADOS, SUBOFICIALES Y OFICIALES de las Fuerzas Armadas de Argentina que combatieron con inigualable valor y heroísmo en defensa de la soberanía.


In memoriam

Se cumplen hoy 28 años del Operativo “Rosario”. No queremos entrar en los detalles políticos ni diplomáticos, ni siquiera repasar los episodios militares. Queremos hablar de los soldados argentinos. De los conscriptos, los sargentos, los tenientes y capitanes. De los pilotos de la Fuerza Aérea, de las tripulaciones de los buques argentinos. De los muchachos sangre y flor de la Argentina que marcharon a Malvinas. Ellos que estuvieron en la primera línea del combate y sufrieron en su carne y en su espíritu las heridas de la guerra son los que provocan este recuerdo. Los que cayeron para siempre y en esas islas descansan. Los que fueron heridos y capturados. Los que sufrieron la derrota. Es la consecuencia más amarga que puede sufrir una fuerza de combate, pero la derrota tiene muchas caras. La derrota argentina fue con honor en la línea de combate y deshonor en las alturas. En contra de lo que ha querido presentarse al pueblo, para desprestigiar a las Fuerzas Armadas y poder asaltar al corazón de la patria y pervertirlo. En eso están desde hace 28 años. Yo un oriental, un hermano vuestro, les digo, argentinos: se me humedecen los ojos emocionados y se me inflama el corazón de orgullo hispano porque sé el valor con que pelearon sus soldados, en inferioridad de condiciones logísticas y tecnológicas. Con equipos anticuados y armamentos que no funcionaron. Sin información de combate adecuada y en contra de la tecnología más poderosa del mundo proporcionada por EE. UU. a sus primos carnales. Y sin embargo esos conscriptos, guiados por tenientes y capitanes imbuidos en el espíritu de San Martín escribieron páginas gloriosas e imborrables para las armas hispanoaméricanas. Hay mil episodios e historias de heroísmo más allá de todo cumplimiento del deber. La sangre nuestra cumplió con altura su prueba. Con esta sangre, con esta estirpe todo es posible. Malvinas fue una batalla, se perdió. Pero la historia sigue. En los vientres argentinos se estarán gestando por la voluntad de Dios los hijos que mañana, más temprano que tarde, recuperarán a como dé lugar la Soberanía arrebatada. Tengo esa certeza, porque la sangre sigue corriendo como un torrente imparable hacia el corazón del pueblo, y limpiará con su fuerza toda la mentira y toda la traición.

ARRIBA LA ARGENTINA, SE LOS DICE UN ORIENTAL.

Julio Martino

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