CANCHEROS

Politica

-La nueva era del kirchnerismo "canchero" : Cambia, todo cambia

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Ante la caída de su imagen positiva, la Presidenta le imprimió a sus apariciones públicas de los últimos meses una faceta informal y con ribetes cercanos al ridículo.


Reveló públicamente el poder afrodisíaco de la carne de cerdo, dio una vuelta en cuatriciclo con los campeones del Rally Dakar y creó una web para niños. Expertos consultados por Hoy dicen que la estrategia le está resultando "contraproducente"

Lo profetizó la negra Sosa: “Cambia, todo cambia”. Y en la política del país, la frase calza a la perfección. Los unos se alían con los otros. Luego se separan. Oficialistas cruzan hacia la oposición, y viceversa. Pero no sólo la vendetta se da entre diferentes banderas partidarias.

Cada “animal político” cercano a la gestión pública experimenta, en poco tiempo, que su propia integridad y sus decisiones deben ajustarse con cada reacción que desate su andar público en la sociedad. Y si la respuesta percibida a raíz de sus acciones es negativa, más aún deben ensayarse cambios para despintar un magro panorama.

De esa manera -como las leyes del marketing político y los equipos de asesores imponen-, el emblema más cambiante de los últimos tiempos parece ser la gestión de Cristina Fernandez de Kirchner.

Corría agosto de 2008 cuando en el ámbito público la expectativa rondaba alrededor de lo que sería la primera conferencia de prensa la Presidenta, que llevaba los hilos de un gobierno caracterizado por su reticencia al intercambio con la prensa y más proclive al hermetismo que a anunciar sus cuestiones de gabinete.
Pero así como el tiempo pasa, las circunstancias de la política argentina también se configuraron cada vez más inestables.

Bastó con que transcurriera tan sólo un año y un puñado de meses para que la estrategia de comunicación de la gestión kirchnerista dé un giro completo. Elecciones legislativas, sanción de la ley de Medios y creación del Fondo del Bicentenario mediante, la táctica 2010 de la Presidenta nos sitúa ahora frente a una nueva mandataria: convocando permanentemente a conferencias de prensa, jocosa, locuaz, con pose descontracturada y hasta indiscreta. Pero el efecto no está siendo el esperado: especialistas consultados por Hoy afirmaron que la estrategia le está resultando “contraproducente”.

La culpa no es del chancho

El más comentado de los discursos de enero fue el que Cristina brindó en ocasión de un acto en el que se firmó un convenio entre el Gobierno y la Asociación de Criadores de Cerdos. “Es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra”, soltó la Presidenta, proclamando las bondades de la mencionada carne. Sonó extraño que la primera mandataria rompiera el protocolo haciendo bromas sexuales.

La Presidenta había buscado rebatir la mala prensa que tenía este tipo de carne, aclarando que su grasa era menos nociva que la vacuna y que su ingesta “mejora la actividad sexual”.

Para seguir la confesión, agregó que ella era fanática de esta carne, y que no lo decía para hacerse propaganda de nada. “¡Kirchner me mata cuando llegue a Olivos!”, dijo entre risas mientras alargaba el remate de su discurso con más alusiones indirectas a las consecuencias de un reciente asado de cerdo en la intimidad de su residencia en El Calafate.

Antes de ayer, Cristina sumó un nuevo capítulo más aventurero a su nuevo estilo de gestión aireada. Junto a Marcos y Alejandro Patronelli, dio una vuelta en uno de los vehículos que los llevó a ganar el Rally Dakar. La Presidenta se animó a subirse al cuatriciclo de los hermanos triunfantes de la competencia de quads de la última edición del Rally Dakar, que se corrió en Argentina, y dio una vuelta por la playa de estacionamiento de la Casa Rosada.

Los pilotos le llevaron un casco color rosa con flores blancas que, al principio, según dijo la jefe de Estado después, no se había animado a usar porque la “despeinaba”.

Tras el breve recorrido en el cuatriciclo, la Presidenta se acercó a los periodistas que se encontraba en Casa de Gobierno y confió que dicho casco le hizo recordar a la simpática Penélope Glamour, la conductora de los dibujitos Los Autos Locos.

“Es la primera vez que ando en cuatriciclo. Nunca había manejado uno”, confió la mandataria, después de reconocer que se había sorprendido con el tamaño y el rudio de la máquina, acostumbrada a “los cuatriciclos que se ven en las playas”.

La nueva táctica presidencial se complementó, desde fines de enero, con la apertura de un nuevo sitio web del Gobierno (www.chicos.gov.ar), destinado, sorprendentemente, a los más bajitos.

Lanzado el último 31 de enero por la secretaría de Medios, la página infantil de la Casa Rosada intenta descomprimir la imagen presidencial con juegos alusivos a la gestión kirchnerista y confesiones en tono didáctico de la vida del matrimonio, como que “Cristina Kirchner quería ser psicóloga antes de ser Presidenta”.

Da consejos para acceder a sacarse una foto con los granaderos, o cómo hacer para visitar la Casa Rosa y que “en una de esas la Presidenta, aunque suele estar muy ocupada, te salude”.

La opinión de los expertos

En diálogo con Hoy, Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, dijo percibir que el cambio de actitud del Gobierno de Cristina “puede resultar contraproducente”. “Lo primero que la Presidenta debería hacer es hablar menos. Tanto en la crisis del campo como en la del Banco Central hablo día de por medio y eso tuvo un efecto negativo”, señaló el experto.

Además, apuntó que “su actitud jovial no es coincidente con el estado de ánimo de la gente”. Y agregó que “sólo uno de cada cuatro está aprobando su gestión, y en quienes lo no hacen estas actitudes pueden generar irritación”.

La opinión del politólogo Julio Burdman, presidente del Observatorio Electoral, se inclinó por un análisis más global. “Creo que el cambio en la actitud del Gobierno está orientado a que se dan cuenta de que su imagen positiva decayó mucho en el último año”, sintetizó. Es que según las cifras que manejan actualmente consultoras como Poliarquía e Ibarómetro, la imagen positiva de la Presidenta se ubica en un porcentaje apenas mayor al 20%. “Si bien su imagen en enero subió unos puntos, eso se debe al efecto del verano”, aclaró.

A su entender, el momento político actual es bien particular: “La estrategia de la gestión kirchnerista es tender hacia el populismo, haciendo hincapié más en las medidas -como la nacionalización de Aerolíneas Argentinas, de las AFJP, el fútbol en TV abierta- que en su imagen personal, que está muy deteriorada”.

Para Burdman, el aire descontracturado de la Presidenta responde más a un complemento de estas medidas. “El discurso que dio por el Banco Nación la dejó al descubierto”, aseguró en ese sentido. En esa ocasión, Cristina anunció los cambios y se excusó: “No seremos los más simpáticos, pero...”.

La oposición critica, el gabinete defiende

En los últimos días, varios dirigentes opositores criticaron el nuevo estilo presidencial.

Patricia Bullrich, diputada de la Coalición Cívica, consideró que “hay una línea delgada entre lo divertido y lo ridículo, y su cargo implica ciertas pautas que hay que respetar”. Desde el radicalismo, la diputada Silvana Giúdici dijo que “se nota una intención de suavizar su imagen, pero es un estilo impostado; sería bueno que fuera un cambio sincero. Pero algunos de sus comentarios fueron ridículos”.

“Es un cambio impostado, no es su forma de ser”, coincidió la senadora Liliana Negre de Alonso, para quien Cristina Kirchner “puede ser simpática de manera más natural”.

Para Margarita Stolbizer, la jefa de Estado “derrapó” cuando habló de las supuestas cualidades afrodisíacas del cerdo. “Creo que la Presidenta ha perdido el rumbo en un gran sentido, entonces un día sale a hablar en lunfardo, otro día sale a recomendar que comamos chanchito, porque eso mejora el rendimiento sexual, y después sale con el tema del pollo”, sentenció la legisladora.

Para Stolbizer, “es evidente que a la Presidenta le han recomendado que tiene que aparecer con una imagen más popular. Además, juzgó que Cristina “prácticamente ha perdido el rumbo y no sabe lo que dice. Resulta que ahora el pollo nos permite volar...”.

Para el diputado del Pro Jorge Triaca, “es bueno que se les saque dramatismo a los problemas, aunque la Presidenta lo podría haber hecho en momentos más oportunos”. Según el legislador, el nuevo estilo de Cristina “parece forzado y, por más que se disfrace de capocómico, su situación no mejora”.

Sin embargo, el Gobierno intentó defender la nueva estrategia comunicacional de la mano de Aníbal Fernández. En declaraciones a radios nacionales, deslizó que “resulta ser que nosotros hemos bajado la desocupación del 9,1% al 8,4%, ha bajado muchísimo la pobreza, la indigencia, ha crecido el superávit fiscal primario, cuando en Europa ha caído 12% y ¿la preocupación de Margarita es si la Presidenta dice que el pollo es bueno para tal cosa y el chancho es bueno para las funciones sexuales? Me da pena”, expresó.

“Isabelita hizo mejor papel que Cristina”

El senador nacional Luis Juez (Alianza Frente Cívico) calificó ayer a Cristina Kirchner como una “pésima Presidenta”, y aventuró que la historia podría concluir que la ex mandataria María Estela Martínez de Perón, Isabelita, hizo un “mejor papel conforme a las circunstancias”.

“Comparando a las dos presidentas que hemos tenido los argentinos, esta mujer (por Fernández de Kirchner) ha hecho de la soberbia, de la petulancia, de la grosería, del agravio, de la injuria y de la ofensa, un mecanismo de construcción política que, lejos de construir para la unión, lo único que hace es dividir a los argentinos”, advirtió el legislador.

El ex intendente de Córdoba también apuntó duramente contra el ex presidente Néstor Kirchner, al considerar que, por ahora, parecer ser el “mejor candidato posicionado” para las elecciones de 2011 pero, razonó, porque “es un tipo que ejerce y ejerció el poder, tiene la plata para ejercer el poder y tiene falta de escrúpulos” para embestir contra sus adversarios.

“Y Kirchner, muchas veces, sabe irracionalmente lo que hace, la oposición por momentos no sabe lo que hace, es una hoguera de vanidades”, analizó Juez. Sin embargo, aclaró que “tampoco la oposición es un conglomerado de dirigentes que piensan de la misma manera.

Nosotros estamos en la construcción de un tercer espacio, una tercera vía y no nos vamos a dejar apurar porque Kirchner, lo más conocido de lo peor, sin frenos éticos, pueda ser de nuevo candidato”.

Fuente: Diario Hoy (La Plata)